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EMIGRAR DESPUÉS DE LOS 40

Por: Franco Colmenarez

VicVennoticias.-Hoy quiero hacer una reflexión sobre un tema que es parte del acontecer diario de nuestro país, La Migración esa situación que cada día hace que nuestra nación vea marchar tanta gente hacia otras latitudes en busca de algo que muchos a veces no tienen ni siquiera claro, pero que suma un conjunto de cosas que hacen que se llegue a una decisión tan transcendental como esta, “Migrar o Emigrar”

Hace pocos días comencé a hacer un ejercicio mental de lo que se puede sentir cuando se toma una decisión de tal magnitud, mas no voy a hablar como todos de cuantos, ni hacia donde, ni cuáles son las razones específicas para irse, lo hare desde el sentimiento profundo de quienes a una determinada edad, específicamente adultos contemporáneos de 40 a 60 años toman la determinación de salir aun a sabiendas las limitaciones que la edad acarrea en muchos casos.

Seguro estoy que a los cientos de jóvenes que cada día salen de nuestra nación y que hoy suman millones, se les torna menos difícil irse a otros lares buscando mucha veces un no sé qué, que muchos definen de distintas maneras, seguridad, estabilidad, dinero, empleo, vida, libertad, etc. etc. etc. En muchos casos algunos lo ven como una aventura, una oportunidad de salir de casa sin impedimento alguno, de conocer y de experimentar una vida nueva, sabiendo que tendrán que trabajar en cualquier cosa que salga y eso realmente no importaría y estarán siempre pensando que cuando estas circunstancias negativas y catastróficas en que se encuentra sumida la nación pasen, volver al cobijo del hogar familiar, los amigos, el pueblo, las calles de la infancia y hasta el antiguo trabajo que dejamos al partir. Ya todo será diferente, la vida no será igual y todo dependerá de la experiencia vivida lejos de la patria, muchos saldrán niños y volverán hombres curtidos de experiencias buenas y no tan buenas.

¿Pero que de aquellos que siendo ya mayores, adultos contemporáneos, padres y abuelos que deciden dejar todo para irse a ver que consiguen en el camino, esos hombres y mujeres que
después de trabajar durante años, buscaban en el terruño la tranquilidad del descanso del guerrero, del merecido retiro y disfrutes de lo ahorrado, de la tranquilidad de hogar? – para
quienes pudieron adquirirla en su momento y los que aún lo conservan ya que muchos se han desintegrado por las circunstancias.

Si para un joven es difícil para alguien de edad aún más, no importa si es Profesional, Universitario, Empresario, Comerciante, Industrial, o trabajador de cualquier oficio y obrero. Se de profesionales del derecho que hasta jueces han sido, Ingenieros, Médicos, Publicistas que hoy están en el ramo de la gastronomía, la música el comercio formal e informal y algún otro tipo de actividad distante totalmente de su realidad. Muy aparte de lo que se llegue a
hacer en otras latitudes si algo pesa es la distancia, las añoranzas, el olor de tu país y hablar de tu gente, el calor de tus amigos, vecinos y esa condición de solidaridad, que aun cuando han intentado eliminarla de nuestra forma de ser enemistándonos y dividiéndonos, aún se conserva en gran medida entre los coterráneos que aun quedamos en nuestro suelo patrio, claro sin dejar de tener sus excepciones que cada dia son menos ante la situación.

Haciendo ese ejercicio de sentires me encuentro que en lo duro y difícil que es para una persona de mi época “Emigrar”, más aun cuando sabemos y lo estamos viviendo, ese rechazo de algunos grupo de xenófobos en algunos países, no todos, que nos rechazan, muchos por envidia otros por, ignorancia, otros por nacionalismos mal concebidos y muchos con razón gracias a esa minoría de desadaptados que solo has ido a mal poner el nombre y el gentilicio
de nuestra gente buena en sus países, muchos de ellos enviados para tal fin y otros por ser así de naturaleza. Por ellos pido perdón a quienes nos reciben de buena manera y nos ayudan en este duro momento que ya pasará.

No es nada fácil meter 40, 50, 60 años de vida en una o dos maletas de 25 o 30 kilos y dejar todo atrás, tus muertos, tus afectos, tus hermanitos menores, perritos, gatitos, que sabemos tal vez no volveremos a ver nunca más. El cantar diario del pájaro en el árbol de la casa, el vecino peleón o el mejor de todos, tu cama, tu baño, el patio, las calles, la bodeguera, el panadero y hasta el indigente o el loco de la zona (algo que ha proliferado cada día más gracias al hambre y a la depresión) a quien de vez en cuando ayudas a sobrevivir. Para uno no es fácil al contrario es mucho más difícil irse y algunos preferiremos luchar desde adentro para ganar o morir y otros saldremos en busca de mejoras para ayudar a quienes se quedan luchando, pero acostumbrarnos a esto nunca.

Dios proteja a todos aquellos jóvenes que tiene la osadía y el inmenso valor de salir a buscar afuera lo que acá hemos perdido y nos han rodado y aún más a esos padres, abuelos, esposos y
adultos de la 2da y 3ra edad que se arriesgan para desde otras latitudes ayudar a los suyos.


HONOR A NUESTROS COTERRÁNEOS ADULTOS MAYORES QUE AÚN LUCHAN DESDE DENTRO Y DESDE AFUERA POR UNA VENEZUELA LIBRE Y SIN ATADURAS.

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