¿Cómo convertir las emociones en nuestras mejores aliadas?

VicVennoticias.-Las emociones son la energía que nos mueve para una determinada acción. En algunas oportunidades son nuestras mejores aliadas. Pero en otras son nuestras peores enemigas.

Saber identificar qué emoción estamos sintiendo, hacerla consciente es el primer paso para aprender cómo gestionará para el bien nuestro y el de los demás.

Cada emoción está ligada a una respuesta física de nuestro cuerpo Esta respuesta va desde gestos, posturas, movimiento de los ojos hasta químicos y neurotransmisores que se liberan en nuestro cerebro activando y desactivando una cantidad de reacciones.

En un artículo anterior les explicaba que las emociones del ser humana radican en el Sistema Límbico de nuestro cerebro. Este sistema lo compartimos con los mamíferos y nos ha apoyado desde tiempos remotos a nuestra sobrevivencia. Sin embargo, no siempre las emociones son nuestras aliadas.

Existen emociones básicas como la alegría o la tristeza y las hay mixtas como la nostalgia o el resentimiento. También hablamos de estados de ánimo cuando una emoción se instala en nosotros para quedarse durante mucho tiempo como por ejemplo la apatía. La psicofisióloga Susana Bloch estudió las características de 6 emociones básicas: miedo, rabia, tristeza, alegría, ternura y erotismo. 

Creó el sistema Alba Emoting que permite la inducción y modulación emocional de estas emociones básicas. A través de distintos tipos de respiración y patrones posturofaciales, podemos identificarlas en nuestro cuerpo y entrar en ellas sin necesidad de vivirlas en la realidad. Experimentar lo que nos pasa en el cuerpo con cada una de ellas puede ayudar a identificar aquello que nos tiene paralizados y bloqueados por dentro, sin la necesidad de recurrir a la dimensión del lenguaje o la mente.

La mayoría de nosotros tenemos creencias limitantes que a veces no nos dejan vivir las emociones porque interpretamos que son buenas o malas. Nos identificamos más con unas que con otras según nuestra percepción de ellas y tendemos a rechazar las que no nos gustan.

El primer paso para un trabajo emocional, será reconocer que todas las emociones son buenas. Incluso en el caso del miedo, que a veces interpretamos que nos ponen muchas barreras para conseguir nuestros objetivos. Según la forma de ser de cada persona, cambia el modo de sentirlo. Puede que las más atrevidas no sientan pánico o parálisis ante un reto, pero sí padecen de estrés o ansiedad. 

¿Cuál es el lado bueno o útil del miedo? El miedo nos pone en alerta y nos hace pensar en los riesgos y consecuencias que pueden tener nuestras acciones. Siguiendo la metodología Alba Emoting podríamos inducir el miedo abriendo los ojos, inhalando y exhalando rápido por la boca y manteniendo una tensión corporal alta.

El segundo paso para avanzar en este proceso es saber gestionar y regular las emociones. Cada una de las emociones tiene distintas intensidades y experimentar todas las intensidades nos puede ayudar a identificar en cuál nos sentimos mejor y hacia cuál debemos regularnos. Hay emociones que sólo sabemos vivirlas en poca o mucha intensidad y si aprendemos a graduarlas podremos encontrar la fuerza sin que se desborde, por ejemplo con la rabia. 

Si retenemos la energía de la Rabia porque la juzgamos como negativa o pensamos que vamos a ser rechazados por utilizarla, lo más probable es que la saquemos cuándo ya nos desborde y en una intensidad alta. Pero en contra de lo que muchos pensaréis, la rabia no nos ayuda sólo para el ataque, sino que es muy útil para emprender, actuar y cumplir con nuestros objetivos. También nos sirve para poner límites, para ser sinceros y mostrar nuestra presencia. Según el método, para entrar en la rabia las respiraciones deben ser cortas por la nariz, los ojos están enfocados y la mandíbula apretada.

 Podemos hacer uso de este método para buscar el equilibrio entre la emoción que nos está causando un bloqueo y la que produce una energía opuesta. Por ejemplo, experimentando la respiración y corporalidad de la ternura, podemos desbloquear lo que nos está dificultando sentir la rabia.

En definitiva, es importante que sepamos que contamos con todas las emociones y que tenemos la capacidad de regularlas. Sentir no es una elección pero controlar nuestras emociones o aprender de ellas sí que es una elección personal. Tenemos que convertir nuestras emociones en
 aliadas para avanzar hacía la calma. ¿Y a ti qué emoción te despierta mayor curiosidad? ¿Cuál te gustaría trabajar?

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