SU ROSTRO ERA EL ROSTRO DE VENEZUELA
MAS QUE PENSANDO………………… MEDITANDO QUE:
REFLEXIONES DEL DÍA A DÍA
SU ROSTRO ERA, EL ROSTRO DE VENEZUELA
VicVennoticias.-Aquel rostro me era familiar, sus ojos negros me decían algo que
no lograba descifrar, me siguió con ellos cuando pase a su lado como
esquivándome, solo veía en su expresión lo que desde hace un tiempo venia
notando en otros habitantes de mi ciudad. Era como si de pronto se creaba un
estereotipo de personas, de rostros sin expresión definida, había en ellos una
especie de tristeza profunda, y si alguna sonrisa esbozaban sus labios parecía
que no era parte de su deseo, era de conformidad o simplemente una mueca como
intentando decir algo que no terminaba de salir de su boca, tal vez un lamento,
una queja, un grito de dolor, una crítica suprimida o quizás nada porque su
alma sin fuerza no se lo permitía o tal vez algo o alguien se lo impedía.
Era una mujer de mediana edad, 30 tal vez 35 tal vez mas era
indefinible realmente, con un niño de unos 10 años a su lado y tomado de su
mano. Estaban en una fila a la espera de algo. Repito que su cara me era
familiar, mas estoy seguro que su aspecto era diferente en mi memoria. Seguí de
largo hacia la barbería donde acostumbro cortarme el cabello y entre a
conversar como siempre hago con mi amigo el Barbero, cualquier tema era bueno,
casi siempre de música, de alguna noticia comentada durante el día presente o
anterior, mas aquella imagen de la mujer no se me borraba de la cabeza.
Pregunté a que se debía la fila que estaba afuera, un joven que
esperaba ser atendido respondió que era un operativo para vender huevos sardina
y harina de maíz y que estaban allí desde la madrugada y aun a esa hora – eran
ya casi las 10 - no habían comenzado a despachar nada porque las autoridades
que estaban encargados del control del operativo habían llegado pero estaban
haciendo no sé qué en el interior del supermercado sin decidirse a comenzar con
la actividad – Pero eso si – comento una señora que también esperaba por la
atención de su hijo menor – Desde hace rato he visto pasar como 20 personas
entre policía y guardias llevando unas bolsas cargadas de productos que hasta
arroz incluye a los la cola nada.
Salí del lugar y me dirigí hacia mi casa, pensando que debía en
un rato bajar igualmente caminando hasta el centro a ver si compraba algo de
verduras y me encontraba con mi amigo José para como siempre hacer críticas y
buscar en nuestras mentes alguna solución a lo que vivíamos – calculo que sería
la Centésima Novena (109) vez que lo hacíamos en lo que llevaba el año - y como
siempre terminábamos con muchas hipótesis, todas factibles ninguna en miras a
realizarse – mi amigo siempre terminaba diciendo lo mismo - Coño chico será que
nos echaron una brujería o nos tiene drogados con una vaina en el agua – y yo
respondo _ Yo no creo en brujas pero de que
vuelan, vuelan, y lo del agua no lo creo porque ni
siquiera hay-.
Durante el trayecto debí pasar saltando ríos de aguas negras que
salen por las calles de mi ciudad, con nauseabundos olores y en las mismas
calles caminar por donde me lo permitían las deterioradas aceras. En cada
cuadra un promontorio de basura de varios días nos informa lo pésimo del
servicio de recolección y lo poco que importa la salud de los habitantes. Los
hermanitos menores Peludos intentaban buscar en ella cualquier cosa que comer
víctimas del abandonos de sus familias humanas agobiadas tal vez por lo costoso
de alimentarlos (no los justifico). Vi a la gente sentada con lánguidos rostros
y escuálidos cuerpos (delgados en grado superlativo) esperando algo o alguien que
los trasladase como cochinos o reses hasta su destino inmediato. La gente que
caminaba por la ciudad parecían zombis, los vendedores ambulantes gritaban las
bondades de sus ofertas por la mercancía que sin control alguno sanitario
exponían en los suelos de las calles. Panes de dudosa elaboración,
hortalizas, verduras y frutas de 3ra, - Durazno, Durazno - gritaba
una chica a quien a veces le he comprado – a solo 2000 el kilo -
¿Qué?, me dije - ¿a 2000, es decir 2.000.000.000 de los de antes? –
Pero si hace 2 semanas costaba 1000, por Dios ¿cuándo paso esto?.
Termine de hacer mis compras, las que pude con el dinero que
cargaba y con el cual no más de un año adquiría charcutería para
unos 7 u 8 días y algo de verduras, hoy solo pude llevar algo para
una sopa Vegana (sin proteínas) para 3 días máximo.
Por la tarde volví a la barbería de mi amigo a que me facilitara
su internet, ya que el de mi casa ya tiene tiempo fallando y no hay forma de
que alguien de la empresa de cable solucione el problema, aun cuando se paga
religiosamente sin aviso y sin protesto. El comentario del día era el de la
joven mujer que se había muerto en la fila para la adquisición de los productos
que vendían en la mañana. Al parecer se desmayó y empezó a convulsionar y
aunque fue llevada a la brevedad posible al hospital por personas que estaban
en el lugar al parecer colapso y no fue posible salvarla.
A la mañana siguiente por obra y gracia del espíritu algo,
funcionaba el inter - net y a esa hora 6 am revisando encontré la noticia de la
infortunada mujer del día anterior, en la nota del periódico digital
- antes era en papel, pero desde hace un tiempo ya no hay siquiera
material como hacerlo – en la misma había una foto de la cédula y de inmediato
recordé su cara y al ver su nombre recordé de donde la conocía, Ella fue una
representante de un alumno del colegio de mi prima, una muchacha risueña,
amable, simpática y sobre todo siempre sonriente y alegre, a quien 6 años atrás
el hampa había asesinado a su esposo en un atraco para quitarle el vehículo.
Eran una pareja muy bonita tenían dos hijos y él trabajaba para una empresa, de
las que aún quedaban, como técnico, pero que por la misma situación fue
retirado y paso a hacer de taxista en las calles de mi otrora hermosa ciudad en
busca del sustento para su familia hasta que el hampa acabo con su vida y con
su familia.
Claro que su cara me era familiar, claro que su expresión era
otra, que su físico había cambiado. Si claro, antes era el rostro de la alegría
y de la aun esperanzada mujer con una linda familia con fe en un futuro para
sus hijos, hoy solo era el rostro de la nueva Venezuela, de la
tristeza de un país, de su gente, de aquellos que como ella están muriendo de
hambre, de indiferencia, de falta de medicinas, de angustia, en manos
del hampa y de la indolencia de quienes con maldad dirigen los destinos de una
nación. ELLA ERA EL ROSTRO DE VENEZUELA DE NUESTRA VERDADERA PATRIA, no
la que nos quieren vender sino la que en realidad tenemos, la de
la miseria, el hambre y la tristeza.
Franco Colmenares
El Cara E Libro.
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