Segunda corrida de toros de la Feria Internacional de San Sebastián
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Foto Cortesía Jhonny Parra |
El torero español, David Galván, y su homólogo venezolano, Jesús Enrique Colombo, salieron a hombros con par de apéndices cada uno, mientras que el granadino David Fandila «El Fandi», aportó una para la causa, lidiando toros de Rancho Grande y El Prado.
Duelo de banderillas
El momento del día se lo llevaron los diestros «El Fandi», sin desmeritar la memorable actuación de Galván, al ofrecerle a los tres cuartos de plaza un verdadero espectáculo con los reiletes.
Ambos compartieron suerte personal y banderillearon como era de esperarse, inmensamente.
Otro oreja al repertorio
«El Fandi», le cortó un apéndice a su primero. Lo trabajó con buenas tandas de derechazos, naturales y manoletinas, sin olvidar los pases en redondo.
Un burel rápido y aguerrido se prestó a esta fiesta.
Culminó con rodilla en arena y muleta en mano, para posteriormente propinarle un certero espadazo.
Finalmente, el presidente de la Comisión Taurina le concedió una oreja.
Con su segundo no tuvo la misma dicha y quiso remediarlo con desplantes. El astado no se comportó a la altura de la cita. «El Fandi» fue hasta el descabello.
Foco de atenciones
A Galván la dicha no lo acompañó con su primera res; quedadisa, mansa y traicionera. Lo llegó a revolcar por confiado.
Ahora, la historia fue diferente con el quinto de lidia ordinaria, a quien le propinó la mejor faena del sábado.
Mutó entre la torería clásica y la pasional, pues fue sobrio, señorial en sus momentos, pero nunca dejó a un lado el arrojo y la pasión que transmitió a los tendidos de la «Monumental Plaza de las Emociones».
Al buen animal, noble pero respondón, lo mató con un gran espadazo que lo llevó a resentirse; meritorio de dos trofeos.
Colombo de a dos, Jesús Enrique Colombo no se quedó atrás y respondió contándole dos orejas al último de día.
Buena faena a su primero. Desplegó el talento con el que nos tiene acostumbrado, más sin embargo no fue certero en la toledana y terminó en el descabello.
Para el sexto cerró con broche de oro; dos apéndices a mérito propio.
Lento, quedado y distraido, el tauro rehusaba al embiste pero Colombo tuvo paciencia y lo fue llevando hasta sacarlo del letargo en el que se encontraba.
Se ganó a Pueblo Nuevo, encendió los tendidos e hizo pan de la nada.
Para colmo estoqueó con un pepinazo hasta la cinta y que apenas le dejó segundos de vida a su cornúpeto… par de orejas.
Hoy domingo serán lidiadas 6 reses de Laguna Blanca para el francés Thomas Duffou, y los criollos Fabio Castañeda y Jesús Enrique Colombo. La Nación
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