Votar o no votar el dilema actual
Políticos y observadores se pronuncian por la opción del voto
VicVennoticias. - El inicio del proceso de presentación de propuestas destinadas a la realización de unas próximas elecciones parlamentarias, iniciativa convocada el viernes por la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral, es tema de conversación y reflexión de dirigentes políticos del país en este inicio de semana cuando acuden al CNE representantes de las distintas organizaciones partidistas que manifiestan su voluntad de participar en ellas, con miras a fijar las normas del proceso.
Muy temprano llegó a periodistas de distintos medios el documento de Enrique Ochoa Antich, a través del cual formula una “propuesta a los sectores de oposición”. El exparlamentario ha venido teniendo una destacada participación durante los días en cuanto a sus exhortaciones al Tribunal Supremo de Justicia en relación a los acontecimientos relacionados con la situación de la Asamblea Nacional y otros relacionados con el tema electoral.
Para Carlos Raúl Hernández “hablar de abstención es un disparate en el tema político” y su consecuencia, es la fuerza que, según considera, la población venezolana ha perdido.
En tal sentido, recomienda la necesidad de “retomar el camino electoral”, como única vía para permitir la designación de un nuevo Parlamento que retome la senda constitucional.
Se trata –explicó- de un proceso establecido en la Constitución de la República que obliga a elegir a los nuevos miembros del Parlamento cada cinco años en el mes de diciembre, y que en otros países se ha venido cumpliendo pese a la situación sanitaria que igualmente los afecta. Citó, como ejemplo actual, la campaña presidencial de Estados Unidos.
A lo largo de su entrevista televisiva, Alvarado insistió en la necesidad de la participación de los partidos políticos, habilitados o no para concurrir en el próximo proceso comicial, en las exigencias ante el CNE de unas elecciones con las suficientes garantías de claridad que, en su concepto, partirían de poder contar, entre otras, con la supervisión de personal internacional especializado, antes, durante y después de realizadas.
De igual manera se refirió a experiencias pasadas (años 2007 y 2015) en las que la organización y representación de los partidos en más de 90% de las mesas electorales de todo el país, le permitieron las victorias del momento, señalando que trabajar en similar sentido sería la mejor garantía para este proceso.
Tras insistir sobre lo que en su organización perciben como la voluntad del 80 por ciento de la población de concurrir a las anunciadas elecciones, aseguró que “no participar sería autocercenarse de tener la voluntad de poder escoger, de lo que ya tenemos experiencia”, y que es preciso tener presente que “tendremos ahora la oportunidad de construir una nueva posibilidad del cambio que reclama la gran mayoría del país.
La propuesta sugiere diversos procedimientos, entre ellos que cuando algún factor considere que no están dadas las condiciones para su participación, así lo proclame, “sin por eso desmerecer a quienes sí participen, ni hacer campaña activa a favor de su política abstencionista, excepto dejar conocer sus críticas a las condiciones”.
Agrega que, “tratándose de un derecho humano y constitucional, los partidos que decidan no participar de los comicios no tomarán medidas disciplinarias contra aquellos de sus militantes que decidan votar” y que “los factores que decidan participar, lo harán sin denostar de quienes no lo hagan, manteniendo siempre el respeto fraterno entre unos y otros”
Sobre el diálogo con el gobierno, propone que cuando algún factor considere que no están dadas las condiciones para sostener un diálogo fructífero, dejará saber sus razones pero no cuestionará el derecho de otros a sostenerlo; que los factores que participen de negociaciones con el gobierno informen a quienes no participen de sus desarrollo; y que se rechace la violencia durante las protestas de calle. En tal sentido sugiere la designación de un comité conjunto de seguimiento de los derechos humanos, políticos y civiles, económicos, sociales y culturales y de las manifestaciones públicas.
Al proclamar que el cambio que se postula y que no busca soliviantar a los militares, se le expresa a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana "respeto político e institucional" y se "enaltece nuestra herencia bolivariana y libertadora".
No hay comentarios.