La vida peligra a manos de los impostores de la salud

La ola de detenciones de falsos profesionales de la salud pone en jaque a luna ciudadanía que no sabe cómo defenderse de los estafadores de la salud

VicVennoticias.- #8May En los últimos meses se ha hecho común encontrarnos con noticias sobre la detención de personas que ejercían ilegalmente la medicina, la odontología y otras profesiones vinculadas con el área de la salud, el pasado fin de semana el el titular del Ministerio Público, Tarek William Saab anunciaba la apertura de 65 investigaciones por los delitos de mala praxis y ejercicio ilegal de la medicina.

El precio de la moda

A medida que se agravaba la crisis económica que afectaba al país, los servicios profesionales de salud se alejaron del bolsillo de los venezolanos quien en vez de ir a clínicas terminó en ambulatorios y hospitales pero más tarde muchos terminaron buscando atención paralela.

Masajistas y sobadores en vez de fisioterapeutas, consejos de dependientes de farmacias, señoras que inyectan en vez de profesionales de la salud son algunos de los casos y todo estaba por complicarse por la moda.

Con el boom de la medicina estética, operaciones, botox, infiltraciones y todo tipo de intervenciones se convirtieron en el sueño de quienes querían transformarse y se sometían a intervenciones riesgosas en espacios que distaban mucho de ser consultorios o clínicas; oficinas, cubículos, locales en centros comerciales, peluquerías, en urbanizaciones de clase media eran comunes las denominadas “fiestas de botox” donde un “especialista esteticista” inyectaba la toxina en la cara de sus clientas.

Esta moda dejó su saldo rojo. Decenas de mujeres murieron de complicaciones mientras eran atendidas en “centros estéticos”; cientos cayeron en manos de charlatanes que les aplicaron productos extraños: aceite, maizina y hasta cemento fueron inyectados para aumentar el busto, modelar el trasero, quitar grasa abdominal, levantar mejillas, eliminar las arrugas, se arriesgó todo con tal de volver a una lozanía juvenil que hace años abandonó a la clientela.

La odontología no escapó a esa marejada y cuando los trabajos de ortodoncia y cosmética dental se popularizaron, de pronto surgieron buhoneros que ponían brakets, o frenillos, a precios muy económicos.

Los comerciantes informales ofrecían sus servicios en bulevares capitalinos y plazas céntricas, los incautos clientes eran llevados a cubículos alquilados donde eran atendidos. Espacios que apenas contaban con servicio de agua y luz.

Paralelamente están los falsos veterinarios, que vacunan, operan, atienden partos, esterilizan a animales. Sujetos como Emilio José Rubio, detenido por la policía científica, convirtió en un infierno la vida de las mascotas que tienen la mala suerte de caer en sus manos.

Peligro acechando

La situación fue escalando, y de pronto comenzaron a surgir falsos médicos, ahora en clínicas, hospitales y centros de salud, donde se espera que haya mayor control.

Se trata de sujetos que falsifican documentos y se hacen pasar por ginecólogos, como José Daniel López, detenido tras comprobarse que en vez de implantes anticonceptivos intradérmicos, colocaba en las mujeres que se atendían con él palitos de chupetas y pedazos de sondas urinarias, además realizaba ecos transvaginales, daba indicaciones y recetaba medicamentos, todo esto sin conocimiento académico alguno.

La Fiscalía y las autoridades han actuado, pero su accionar por lo general es tardío, se activan tras denuncias, o sea que hay personas que ya fueron víctimas, entonces qué puede hacer el ciudadano común.

Un mal que se popularizó

Al respecto Douglas León Natera, urólogo y Presidente de la Federación Médica Venezolana, reconoce que es un problema grave que se ha incrementado en los últimos años, “es una situación que venimos arrastrando desde inicios del presente siglo, cuando se decidió importar médicos, ignorando lo establecido por las leyes en lo relativo al ejercicio de la medicina, a partir de allí comenzó un proceso de legalización de lo ilegal”.

Sobre las posibles alertas que se le pueden hacer a la ciudadanía, señala que “no es fácil, la gente cae en su buena fe, si consigue anuncios o si se entera a través de las redes sociales cree en lo que ve, entonces recomendarle a la gente verificar es complicado, quien debería hacerlo son esas redes y publicistas, las autoridades no pueden dejar en manos de las potenciales víctimas algo tan delicado”.

“Antes esos problemas eran muy esporádicos por una razón muy sencilla, la colegiación y el miedo a la cárcel, pero esa situación hoy es normal, se ha popularizado”, concluyó el dirigente gremial.

Por su parte el abogado y criminólogo Luis Izquiel agrega que la suplantación de funciones, falsificación de documentos y el ejercicio ilegal son delitos, pero además está el riesgo de que un paciente sea víctima de mala praxis por imprudencia e impericia que pueden causar desde lesiones hasta la muerte de una persona, que también constituyen delitos, a los que se le deben sumar el fraude y la estafa, “en fin nos encontramos ante un concurso de delitos que pondrían a los implicados varios años tras las rejas”.

Verificación y sentido común

Ambos profesionales coincidieron en hacer un llamado al sentido común de la ciudadanía, “hay cosas que se ven a simple vista y ante la duda, no se sometan a operaciones de ningún tipo, es mejor perder tiempo que la vida”, señaló Izquiel

“Básicamente si está en su poder acuda a centros reconocidos, investigue a quienes los atienden, trate de verificar en la clínica, hospital o centro de salud la calidad del tratante, su formación, eso podría bastar para tener una opinión real ”, agregó León Natera.

Una cosa si es cierta, si no puede pagar un servicio de salud, busque uno más económico, vaya a un hospital, pregunte a otros pacientes y si es posible a otros profesionales, así podrá conseguir atención sin arriesgarse.

En relación a las redes sociales, debe ser objetivo, “no todo lo que brilla es oro, muchos estafadores están allí a la caza de incautos, en materia de salud lo fundamental es su seguridad, si no puede pagar un servicio privado, busque atención en los hospitales, donde hay personal entrenado para ayudarlo”, concluyó el dirigente de la Federación Médica.

Fuente: ElUniversal

Foto: El Universal