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Migrantes: lo que deben saber sobre los cupos en colegios

 
La Secretaría de Educación de Bogotá abrió las solicitudes para cupos en colegios distritales para el próximo año. ¿Qué hay que saber para inscribir a su hijo?

VicVennoticias.- #16Sep Para padres y madres en Colombia ha empezado una de las tareas más engorrosas del año: conseguir cupo en un colegio para inscribir a sus hijos en cursos de primaria o bachillerato para 2023. En Bogotá, la Secretaría de Educación informó el pasado 8 de septiembre que las inscripciones ya están abiertas y las familias tendrán plazo para realizar el proceso hasta el próximo 3 de octubre, así que hay que correr en estas dos semanas que quedan.

Ahora, si para usted como nacional la tarea es tediosa, no se imagina lo espinoso que todo esto resulta para una familia migrante que tiene que superar muchas más barreras, que apenas se está adaptando a un nuevo país con sus complejidades, que ni siquiera sabe dónde quedan los colegios, cómo funcionan, qué programas tienen y que tiene que entender en poco tiempo todo un nuevo sistema de instrucciones. ¿Qué hay que saber? Le explicamos.

Lo primero que deben saber las familias migrantes es que en las ciudades colombianas no hay una diferenciación entre población migrante y local, y esto es gracias a las políticas de integración que se han impulsado desde el Gobierno Nacional y a través de las autoridades locales.

“En Bogotá no hay una diferenciación con la población migrante. Para el Distrito es indistinto el origen de las personas. Se garantiza el derecho a la educación independientemente de si una persona tiene procedencia colombiana o venezolana. De igual manera, tampoco hay una diferenciación frente al estatus migratorio como barrera de acceso. Para este Gobierno es una prioridad garantizar la educación a todos los niños y niñas”, dice Carlos Reverón, subsecretario de Acceso y Permanencia de la Secretaría de Educación de Bogotá.

Esto quiere decir que si se presenta para solicitar un cupo para su hijo o hija ante el Distrito, debe estar tranquilo: su nacionalidad no significará que entre de último a la lista de espera, pues usted ya es parte de esta sociedad -al menos en cuanto al acceso a la educación, por supuesto-. Es uno de nosotros y, por ende, debe partir desde la misma línea como todos los demás. Es un principio de igualdad. En eso destaca el trabajo de la Secretaría de Educación de Bogotá, que ya difunde sus cartillas pedagógicas sobre la inscripción de cupos escolares con un recuadro de información clara para la población proveniente de Venezuela. Además de ofrecer datos claros y concisos, esto resalta que los migrantes son cada vez más tenidos en cuenta en el diseño de políticas públicas del gobierno distrital. Y no es para menos: para julio ya se encontraban 63.354 niños y niñas migrantes matriculados en colegios de la ciudad. Ya es una población importante.

¿El problema? No todas las autoridades en colegios conocen estas políticas. Si le ponen barreras para inscribir un cupo, sepa que las reglas lo protegen y que deben permitirle acceder a la educación. Entendido ese importante mensaje, debe tener claros los papeles que debe preparar para presentar su solicitud de cupo: copia del documento de identidad (visa, Permiso Especial de Permanencia -PEP- o cédula de extranjería), copia del documento de identidad de los padres y/o acudientes, copa del certificado de afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud, en caso de tenerlo, una foto digital de 3x4 cm y copia del certificado de escolaridad o copia del boletín de notas del grado anterior al solicitado, debidamente legalizado y apostillado.

Hay dos aclaraciones importantes: si el solicitante no cuenta con un documento de identificación válido, la Secretaría de Educación le dará un código NES con el que podrá adelantar sus procesos mientras obtiene el documento regular. El gobierno distrital insiste en que todos los niños y niñas deben tener acceso a la educación. Por otro lado, si el solicitante no cuenta con un certificado de escolaridad o el boletín de notas, las instituciones educativas distritales (IED) realizarán una prueba gratuita de valoración pedagógica para evaluar sus conocimientos y así ubicarlo en el grado en el que corresponda.

Con los documentos listos debe ingresar a la página web de la Secretaria de Educación y descargar el formulario para la solicitud de un cupo o traslado. En este formulario debe diligenciar unos datos personales como nombre, hermanos del solicitante, dirección, etc... Esto es muy importante: ya verá por qué. Debe realizar este proceso con mucha atención. Si tiene problemas para llenar el formato, puede acercarse a una dirección local de la Secretaría de Educación -hay una en cada localidad- y allí encontrará asesoramiento. En el formato también debe escribir tres opciones de colegios en los que desea que su hijo estudie. Acá es donde toda esta explicación cobra sentido: ¿hay preferencias en la asignación de cupos?

“La asignación de cupos se hace a través de un sistema automático. Hay mecanismos de georreferenciación y cada solicitud tiene un eje X y uno Y. Hay todo un algoritmo que tiene en cuenta las condiciones de cada estudiante, distancia, si tiene hermanos en el colegio, el nivel socioeconómico de la familia queda con un puntaje. Este algoritmo ordena las preferencias por puntaje, teniendo en cuenta todos estos factores. La antigüedad también es uno, y clave. Así que, si un colegio tiene 50 cupos para quinto de primaria y recibió x número de solicitudes, cada solicitud queda con un puntaje en una lista y a partir de esta se va asignando el cupo. Si no logra el cupo en la primera opción que diligenció en el formato, se pasa a buscar en la siguiente opción, y si no queda en ninguna de las opciones sugeridas, el sistema le busca un cupo en un colegio cercano”, explica Reverón, quien añade que si definitivamente no se pudo en un colegio cercano, se empiezan a mirar opciones para facilitar la movilidad estudiantil: el Distrito ofrece transporte para 30.000 estudiantes a diario y a otros 30.000 les da un subsidio para moverse en transporte público.

Es muy importante entender cómo funciona el sistema: padres y madres se frustran porque su hijo no logró un cupo en el primer colegio que querían y empiezan a creer que es un asunto de favoritismos. Sin embargo, como explica Reverón, “el sistema se presta para que no haya ningún intermediario ni favoritismo”. Para evitar las frustraciones, la Secretaría de Educación empezó a trabajar con un grupo de expertos de Chicago que trabaja en este tema de asignación de cupos en Estados Unidos para encontrar soluciones. En ese país, explica Reverón, opera mucho más el tema de georreferenciación: nadie puede pedir un cupo en un distrito al que no pertenezca. Y ese es un desafío para resolver acá.

Los últimos estudios han encontrado que la gente tiende a sobrestimar las localidades que no son próximas o los colegios que no son cercanos y a desestimar los que tiene cerca. En ocasiones padres y madres quieren un colegio más lejano porque les parece mejor o porque no quieren que sus hijos estudien con los vecinos. “Se tienen unos prejuicios o estereotipos que afectan las inscripciones de cupo porque tenemos sobredemanda en ciertos colegios y una subdemanda en otros”, dice el funcionario.

Lo que busca la Secretaría ahora es hacer pedagogía para promocionar los colegios subdemandados y mostrar sus grandes capacidades. Además, se ofrecerá un sistema de alertas tempranas para advertirles a las familias qué tan probable es conseguir un cupo en el colegio al que están aplicando. Esto busca reducir la frustración. Si es padre o madre migrante, la tarea para estas próximas dos semanas es pedir recomendaciones y hacer una búsqueda de los colegios que le quedan cerca. Nosotros preparamos un mapa para ayudarle a georreferenciar los colegios que le quedan próximos, aunque entendemos que la búsqueda de cupos tiene otros desafíos: muchas familias migrantes viven en ‘pagadiarios’, piezas arrendadas por noches de las que pueden salir por falta de dinero o incluso por amenazas de grupos criminales, como informó esta semana en el Liceo Agustín Nieto.

“Buenos días profe, lo que pasa es que anoche en la residencia los del Tren de Aragua mandaron a sacar a todos los venezolanos, si no salíamos nos iban a matar, sin importar niños ni mujeres”, fue el mensaje que recibió Jairo Rodríguez, rector de esa institución, quien señaló que por lo menos ocho estudiantes tuvieron que dejar las clases.

Esta denuncia es un recordatorio de que no importa cuántos esfuerzos se apliquen para encontrar un colegio cerca de las familias migrantes. Las soluciones deben ser integrales y cada secretaría debe apoyarse para brindarle a esta población seguridad y facilidades para que los niños y niñas no dejen las aulas.
 
Fuente: El Espectador de Colombia 
Foto: Cortesía 

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