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¿Qué sucedió en Bolivia?



Opinión: Por Daniel Betancourt Gacel
Artículo publicado en Primicia

VicVennoticias.-#27Oct Algunos tratan de comparar la realidad de Bolivia con Venezuela, algo realmente absurdo y sin ningún sentido adecuado del concepto que plantean.
Vistos los resultados es evidente que los partidarios de Evo Morales son una mayoría imbatible en los actuales momentos. Pero tampoco debemos olvidar que Evo Morales no podía presentarse de nuevo como candidato.
Según la constitución nacional de Bolivia estaba excluido por haber cumplido dos períodos constitucionales como presidente, a partir de haberse aprobado esta ley, aunque gobernaba desde 2006.
Asumieron que por DERECHOS HUMANOS, le correspondía aspirar de nuevo. Algo realmente asombroso e ilegal. Bajo esa premisa nadie puede ser inculpado de nada.
Cuando Evo Morales gana, por primera vez, apoyado fuertemente por el presidente de Venezuela en ese momento, Hugo Chávez Frías, las reservas internacionales de Bolivia no superaban los 300 millones de dólares y para el año 2018, superaban los 16 mil millones de dólares y el PIB estaba por encima de los 45 mil millones de dólares.
El país se había consolidado económicamente y no por la gestión de Evo Morales, sino por el aumento del precio del petróleo y el gas, cuyos recursos no los dilapidó ni los regaló como sucedió en Venezuela. Realmente Bolivia no se desarrolló industrialmente bajo la presidencia de Evo Morales, aunque el sector rural, apoyado por el gobierno, multiplicó la producción de las hojas de coca y no es correcto afirmar que se procesaba en esos territorios.
Bolivia ha sido un país muy inestable políticamente. Evo Morales recibió soporte del gobierno de Venezuela en el área militar y el alto mando militar fue recompensado, según informaciones no oficiales, con bonos en dólares provenientes del tesoro nacional de Venezuela. Esto tranquilizó al área militar y no tuvo ningún intento de sublevación.
El apoyo de la población indígena, que son alrededor del 42 % de los habitantes, le daba mucha fuerza electoral a Evo Morales y ganaba las elecciones con mucha facilidad, pero en el área urbana se desarrollaba un gran rechazo, aunque a nivel nacional tenía una mayoría clara.
Pero llegó el abuso y pretendía reelegirse ilegalmente y apareció el gran problema donde se anula ese proceso electoral y Evo Morales huye de Bolivia.
La policía y las fuerzas armadas no le obedecieron para aplicar la fuerza en contra de la población que manifestaba contra Evo Morales.
Asume la presidencia de manera interina la senadora socialcristiana Jeanine Añez Chávez y se abre un nuevo proceso electoral con la oposición dividida totalmente y sin pegada que motivara a los votantes.
Las ambiciones de siempre y la vanidad por encima de todo. En ese campo somos exactamente igual a ellos, algo realmente repugnante, pero son nuestras realidades.
La presidenta desiste de la aspiración presidencial, pero los de la extrema derecha, con Luis Fernando Camacho al frente, lo único que hacen es demoler a Carlos Mesa quien encabezaba las encuestas de la oposición. Se convirtieron en el mayor beneficiario de Luis Arce quien resultó vencedor con más del 55 % de los votos.
En el área legislativa, la desunión trajo peores consecuencias y el MÁS obtuvo 19 senadores de un total de 36 y 66 diputados de 130.
La ambición y el egoísmo estuvo por encima de los intereses del pueblo boliviano, el cual requiere de un cambio profundo que le permita desarrollarse y no depender solamente de los precios del gas y del petróleo, que a la larga no tendrán ningún soporte por la gran generación de fuentes de energías alternativas, no contaminantes.
Las hojas de coca tampoco son un ingreso seguro dentro de las regulaciones internacionales para su comercio.
A partir de la toma de posesión de Luis Arce, Bolivia será otra y no existirá ninguna Venezuela con recursos abundantes para apoyarla y en consecuencia, el gobierno se verá obligado a ser condescendiente con la oposición y no tan agresivo como lo fue Evo Morales.
Siempre esperamos lo mejor para nuestros pueblos hermanos y que ningún boliviano sea obligado a salir de su patria por disentir del gobierno y ser amenazado con ser encarcelado. Esta terrible y perversa práctica política debe desparecer de la faz de la tierra. La maldad y la crueldad en el poder, es lo peor que le puede ocurrir a una nación. ¡Buena suerte!
Nota.- Realmente alegre, aunque apenado por cuanto mi famoso compadre el sargento de la Guardia Nacional Pablo Ramón Colmenares, no ha muerto como lo afirmo en mi artículo de la semana pasada. Mi hermano Valmore me llama y me aclara y también recibo un correo del periodista Grossman Parra, donde me reitera lo dicho por Valmore y me agrega el nombre completo de mi compadre, de parte de su hermana Lucila, la que también es madrina de otra hija.
@dabega26
Fuente: Primicia

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